Los inicios de arte en Guatemala se remontan al periodo de los mayas en el cual la pintura en murales alcanzó un grado de perfección al combinar de manera precisa lo mágico y lo natural.
La técnica se basa en trazar la técnica en rojo diluido, rellenar el fondo y después dar detalles a las figuras humanas que solían ser las principales, contaban con un ligero conocimiento de la perspectiva la cual lograban con la yuxtaposición de colores y la distribución de las figuras en diversos registros de bandas horizontales.
Durante las colonias las pinturas que se realizaban eren principalmente religiosas ya que en su mayoría eran para decorar iglesias y templos. Luego de esta época la pintura se torna realista y conservadora y busca principalmente la necesidad de expresarse.
tiempo después se volvió menos rigurosa, por decirlo de alguna forma más "relajada" los trazos se volvieron desproporcionados y asimétricos y es ahí cuando podría decirse que la pintura guatemalteca adoptó una identidad propia
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